En los últimos cinco años, el Poder Judicial de la Ciudad de México sólo ha emitido mil 152 sentencias absolutorias, lo cual contrasta con las 45 mil 102 condenatorias que dictó en el mismo periodo.
Entre 2020 y el primer bimestre de 2025, los jueces emitieron en total 46 mil 254 sentencias por una lista de al menos 24 delitos, de acuerdo con datos obtenidos por El Sol de México vía transparencia.
Hazael, nombre ficticio para proteger su identidad, es una de las pocas personas que obtuvo una absolución tras ser acusado por el delito de narcomenudeo, también llamado delitos contra la salud.
El joven contó a este diario que fue detenido por una policía de la alcaldía Coyoacán, luego de que sus compañeros esculcaran sus pertenencias, cuando visitaba a una amiga, y hallaran 28 gramos de marihuana.
“La detención fue en la Unidad Habitacional Culhuacán alrededor de las cuatro de la tarde. Ellos (los policías) estaban haciendo supuestamente una revisión de rutina. Y llegaron literalmente a esculcar, lo que llevaba de ropa, iban dos policías hombres y una policía mujer.
“Ella (la policía) fue la encargada de revisar a mi amiga, que era a la que fui a visitar ese día. Desafortunadamente me detuvieron con la marihuana, llevaba en ese entonces una onza que eran 28 gramos de mariguana, sí llevaba una cantidad que excedía el gramaje permitido que son cinco gramos”, relató el joven, quien en ese entonces tenía cerca de 25 años.
Hazael fue detenido y llevado al Ministerio Público 22, ubicado en Romero de Terreros en Coyoacán. Ahí tomaron su declaración cerca de medianoche, ocho horas después de su detención. El joven señaló que quien lo acusó por narcomenudeo fue la mujer policía, quien no lo revisó en el momento de la inspección de rutina.
“Por esa posesión que yo tenía, el delito que me imputan es posesión de marihuana y delitos contra la salud (…) La detención duró aproximadamente tres días en los separos. Mis papás se presentaron, estuve compartiendo celdas con otros señores.
“La revisión que me hicieron fue exhaustiva, me desnudaron, hicieron que realizara 10 sentadillas para ver si no tenía otro tipo de droga escondida en mis partes. Entregué toda mis cosas, mi cinturón, mi cartera, agujetas, lentes y a partir de ahí estuve tres días, en lo que mis papás conseguían el dinero para la fianza y se asesoraban cómo iba a estar y evitar que yo pasara a otra instancia”, narró.
La fianza que su familia tuvo que pagar fueron poco más de 16 mil pesos para poder llevar su proceso en libertad. Días después de su liberación llegó una notificación a su casa en la que le solicitaban presentarse ante un juez de distrito en el Reclusorio Oriente, en la alcaldía Iztapalapa, en donde inició su proceso penal y tuvo que acudir semanalmente a firmar su presencia en el reclusorio. El proceso duró dos años, en el cual estuvo acompañado de una abogada de oficio, asignada por el Poder Judicial.
“La resolución del juez fue darme una sentencia de cinco meses o bien pagar una multa, pero me iban a dejar cargos. Mi proceso fue a través de los abogados que te ofrecen y afortunadamente fue una mujer preparada e inteligente que me guió en todo el proceso.
“Lo que hice fue apelar y mi caso pasó a otra instancia, a los tribunales de Niños Héroes (en la colonia Doctores de la alcaldía Cuauhtémoc), y lo vieron los magistrados”, explicó Hazael.
Una vez que presentó su apelación, el joven tuvo que buscar un magistrado que tuviera experiencia en delitos contra la salud, y una vez que localizó a una magistrada, fue a buscarla y exponerle su caso.
Tras esto, la magistrada decidió absolver a Hazael del delito de narcomenudeo, por lo que los cargos en su contra fueron retirados. Y el Reclusorio Oriente le regresó los más de 16 mil pesos de fianza que sus papás habían pagado dos años atrás.
“La magistrada me absolvió de todos los cargos y me quitó esta carga moral, y poder vivir en libertad. (…) soy un consumidor, pero no vendo mariguana, yo no distribuyo, como me acusaron”, reconoció.
Para Héctor Pérez-Rivera, abogado especializado en la defensa y promoción de los derechos humanos, es lamentable que apenas el 2.4 por ciento del total de sentencias sean absueltas, ya que, considera que en la mayoría de los casos para recibir justicia, es necesario tener recursos económicos para poder pagar peritajes, buscar con propios recursos a testigos, etc.
“Me preocupa muchísimo el dato global, es decir, que de más de 46 mil sentencias sólo poco más de mil son absolutorias, porque demuestra que el sistema sigue siendo bastante inquisitivo, es decir, que la probabilidad de que tienes de obtener una sentencia absolutoria es nula.
“Y esto, quienes estamos en la práctica, todos los días vemos que se condena a personas con evidencia mínima, a veces con evidencia que ni siquiera es suficiente en términos de un verdadero razonamiento probatorio. Vemos casos donde se condena a personas por secuestro cuando no hay una víctima identificable, o los policías señalan el secuestro a una persona que nunca comparece en el tribunal, que no se dio una identificación, que no se tienen datos de localización, que no se presenta algún tipo de impacto, entre otros”, señaló.
En este periodo, siete de cada diez personas fueron condenadas a prisión por dos delitos: robo (cinco) y narcomenudeo (dos).
El delito de robo -que va desde vehículos, autopartes, habitacional, a transeúnte, transporte público, negocio, celular, dinero- acumula el 55 por ciento del total de condenas (25 mil 661), las cuales van desde los tres meses a 91 años de prisión.
En segundo lugar se encuentra el narcomenudeo en posesión, distribución o suministro, que en poco más de cinco años ha acumulado siete mil 599 condenas que van desde los cinco meses a más de 35 años de cárcel.
Además, del total de ambas condenas, el 8.3 por ciento fueron para mujeres y el 91.7 por ciento hacia hombres.
Los delitos que les siguen al robo y narcomenudeo son homicidio con dos mil 547 sentencias; abuso sexual con mil 278; violación con 839; secuestro con 820 de resoluciones, lesiones con 698; encubrimiento por receptación es decir poseer objetos robados con 654 penas; extorsion con 573; feminicidio con 366 sentencias; privación de la libertad con 267; despojo con 216; fraude con 176; corrupción de menores con 129; falsificación de documentos con 120 fallos judiciales.
Los delitos con menos de 100 sentencias dadas en el periodo de enero del 2020 a lo que va del 2025 son: daño a la propiedad con 93; trata de personas con 86; asociación delictuosa con 79; acoso sexual con 19 sentencias; pornografía infantil con 12 sentenciados a cárcel quienes los culpables adquirieron de tres a 59 años de cárcel; y delincuencia organizada con cinco penas.
Del total de sentencias emitidas por jueces del Poder Judicial de la Ciudad de México, cuatro mil 447 iniciaron un proceso penal sin detenido, es decir una de cada 10, aunque más tarde, con investigaciones, las autoridades obtuvieron a los responsables. Las nueve condenas restantes sí iniciaron con los responsables de los crímenes.